De Rasganorte |
Después de aguantar campeos en solitarios parajes, de tener que recurrir a colegas y camaradas para poder ir a una instancia, de vivir en directo parte de la historia de Draenor (ahora Terrallende), aqui estamos de vuelta en Azeroth en el continente helado... Rasganorte.
Lo primero que he visto, Bastión Grito de Guerra, estos orcos... les das dos piedras y son capaces de apañarselas para convertirlo en un lugar donde reponer fuerzas y dirigir ataques. No está nada mal la verdad, le falta un toque élfico, ese "jai ne sais quoi", ese toque de elegancia que indudablemente tenemos los de nuestra raza, por lo menos tienen "camas" blandas y un buen fuego para calentarse.
Tienen principalmente dos problemas:
1.- Un "pequeño" problema de infestación, y digo "pequeño" porque algunos bichos me sacan dos cabezas, voy a tener que dejar la zapatilla y pasar al arco.
2.- Garrosh Hellscream (Garrosh Grito Infernal), este tipo me da mala espina, está tan ocupado en parecer grande, dirigiendo grandes ofensivas, desde su gran trono (aunque sea un trono hecho de palos y cuerdas) que se olvida que los "pequeños" asuntos también requieren ser atendidos y basta con mandar al mensajero de las malas noticias a sacarle las castañas del fuego...
He conocido a los Taunka, deben ser primos lejanos de los Tauren de Azeroth, no sólo por la apariencia sino también por su forma de pensar y construir, me caen bien.
Por lo demás sigo preparandome para limpiar lista negra, aumque por ahora no ha hecho más que crecer:
1.- Kaelthas
2.-Illidan
3.- Arthas.
Shorel'aran